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Lore
Capa Illuminus (majestuosa)
"¿Y todas las Casas respetaron sus decisiones?" preguntó Eido, dudosa.
"Sí", respondió Variks. "Así lo acordó todo Riis". El viejo escriba recorrió con sus dedos la tabla de datos descifrando notas a las que no se había accedido en décadas.
"¿Pero no se peleaban todas las demás Casas entre sí disputándose sus decisiones?" Eido se inclinó hacia delante con fascinación por la idea de que una Casa acumulara tanta influencia política sin recurrir a la violencia.
"Disputar la Casa del Juicio era disputar todas las casas eliksni", explicó Variks. "Era la voz de los eliksni unidos".
Eido se quedó perpleja. La idea de la mediación no era nueva para ella, Misraaks solía resolver los problemas entre los miembros de la Casa sin violencia, pero la idea de organizar toda una sociedad utilizando ese método era novedosa.
"Así que también fue la Casa regente", concluyó Eido.
Variks chasqueó las mandíbulas, molesto. "¡No! La Casa del Juicio estaba tanto por encima como por debajo de todas las demás Casas. Era tanto kell como escoria. Su autoridad provenía de la humildad".
Eido solo había conocido a los escribas como animales políticos. Intermediarios del poder, como Variks. Pero la idea de los escribas como partidos neutrales, dedicados a la paz y al conocimiento, era atractiva.
"Por eso los antiguos escribas perseguían el conocimiento sin descanso. Lo buscaban en fuentes poco comunes", continuó Variks. "Su conocimiento era abrumador e inflexible. Por eso, cuando un escriba de la Casa Juicio decidía, todos los eliksni lo respetaban. Sabían que nada quedaba sin considerar".
Eido asintió embelesada. Por primera vez, imaginó la paz no solo como una aspiración, sino como una práctica y una vocación. La idea floreció en su interior.
