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PETO ASCENSO PÍRRICO

Leyenda / Titán / Pecho / Chest Armor

"He muerto muchas veces por mi escuadra, pero nunca se me había ocurrido vivir por ellos". (Reed-7, titán exo)

Fuente: Desafíos de las Pruebas de Osiris

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Lore

Peto Ascenso Pírrico

"He muerto muchas veces por mi escuadra, pero nunca se me había ocurrido vivir por ellos". (Reed-7, titán exo)

REGISTRO DE RECONSTRUCCIÓN DE LA SIMULACIÓN // LA-02-02 // ARENA DE LAS PRUEBAS, EL FARO, MERCURIO

Reed-7 siente que sus brazos están a punto de separarse de su cuerpo. La vibración que crece en su interior amenaza con reducirlo a pedazos cada segundo que mantiene su barrera. Es una extensión de su Luz y de su cuerpo. La siente como parte de él, una parte que ha sobrecargado una y otra vez. Con ella, desvía el aluvión de disparos rápidos de un fusil automático.

Solo quedan dos guardianes en el equipo rival. Los restos del tercero están esparcidos por el suelo, humeantes y todavía crepitando. Reed calcula la velocidad con la que él y Aisha pueden llegar hasta el guardián acorralado. Aunque eliminaran a Reed, puede que hubiera tiempo suficiente para que Aisha y Shayura (estuviera donde estuviera) aseguraran la victoria.

"¿Aisha?", dice Reed. Su barrera empieza a desestabilizarse y su voz no puede ocultar la preocupación. Es ahora o nunca. Pero al mirarla, Reed ve las llamas que se forman entre los nudillos de Aisha.

El plan de Aisha es mejor.

Mientras el guardián rival se cubre para recargar el arma, Aisha salta por encima de la barrera. Reed deja que la cúpula se colapse y siente el alivio en sus extremidades. Observa el intenso brillo que Aisha emite mientras gira como una rueda en llamas y, acto seguido, desata una lluvia de cuchillos de plasma condensado.

Reed solo alcanza a ver el fogonazo y el humo cuando el guardián rival cae abatido. Aisha aterriza a su lado. Con un suspiro de alivio, Reed-7 levanta el pulgar con todo el entusiasmo que consigue reunir.

"¿Has visto a Shay desde ahí arriba?", pregunta Reed.

"No. Estará jugando al pilla pilla con el que se hace invisible", responde Aisha. "Vamos a buscarla y terminemos con esto".

Como respuesta, una nube de fuego atómico se alza por encima de un bloque de diseño vex. El Faro emite un sonido suave y los Espectros cercanos empiezan a reanimar a sus guardianes después del combate.

Se oye un grito que procede de la misma dirección que el fuego, y Aisha y Reed se ponen en camino. Se mueven por la familiar arquitectura vex con agilidad. Otros dos gritos agonizantes retumban en el aire. Cuando llegan al lugar de donde procedía el ruido, a Reed se le congela la sangre; Shayura atraviesa la cara del otro guardián con su espada. El Espectro del rival gime frustrado e intenta por todos los medios interponerse entre Shayura y su guardián.

Aisha dice algo, pero lo único que Reed oye es la sangre que se agolpa en sus oídos. Pero no es su sangre, sino el recuerdo de la sangre, de algo oculto bajo placas de polímeros de carbono y plastiacero. Algo que atormenta su red sináptica. Entonces, Reed se ve fuera de su propio cuerpo, recordando rostros petrificados y la súplica atormentada de su Espectro en Ío.

|| ¿No lo ves? ||

El corazón de Reed se acelera.

|| La Luz solo alberga debilidad. ||

El Espectro del guardián rival lo resucita, pero la hechicera no le da tiempo a terminar su súplica desesperada. Shayura le corta un brazo y le atraviesa brutalmente la frente con la espada. Reed siente que el pánico lo invade y se le hace un nudo en la garganta.

|| Solo alberga fracaso. ||

"¡Shay, no!", grita Aisha corriendo hacia su amiga. La abraza por la cintura. Shayura grita como un animal aterrado, intentando alcanzar el cadáver del guardián con otro espadazo.

|| Solo alberga muerte. ||

"¡Shayura! ¡El combate ya ha acabado!", grita Reed, volviendo en sí. "¡El combate ya ha acabado!".

Reed y Aisha se abalanzan sobre ella para sujetarla mientras profiere un grito salvaje. Las llamas recorren sus brazos y su espada ensangrentada.

"¡No, no! ¡Para! ¡No!", brama Shayura intentando resistir a sus camaradas. Aisha coge a Shayura de la muñeca para impedir que siga dando espadazos en todas direcciones, y el guardián, recién resucitado, se aleja a toda prisa.

"Shay", dice Aisha suplicante, intentando que volviera en sí. "¡Shay!".

Shayura suelta un aullido desgarrador hacia los abrasadores cielos de Mercurio.

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